Dudas antes de portear
¿Y si no quiere ir metido en el fular? ¿Y si va incómodo y me lo he comprado para nada? ¿Y si a mi bebé no le gusta el porteo?
Son preguntas recurrentes de futuras mamás, que entiendo y comparto, ¿pero a que nadie se ha planteado esta otra? 😉
¿Y si no le gusta ir en el capazo? ¿Y si llora en la sillita de paseo?
En esos casos algunas responderán “pues que se acostumbre! pesa mucho para llevarlo en brazos todo el día!” y otras optarán por buscar una alternativa como el porteo.
Pero a donde quiero llegar es que si anteponemos las necesidades del bebé a las nuestras el porteo siempre sería la primera opción, la más natural y la que se ha practicado durante cientos de años.
Otras mamás cuentan que intentaron portear pero que a su bebé no le gustaba y era muy incómodo.
Y me pregunto yo si el portabebé que utilizaban era ergonómico o no, porque los no ergonómicos son incómodos para el porteador y el peso del bebé les recae sobre sus genitales.
Exogestación
Después del nacimiento comienza la exogestación o segunda gestación en la que el bebé sigue necesitando un ambiente de protección y amor que sea familiar y similar al que tenía en el útero materno: calor, escuchar la voz y corazón de mamá, olor de mamá, sentirse abrazado y protegido, conocer el medio que le rodea desde los brazos de mamá para integrarse en el como uno más.
Si comprendemos esto no nos resultará extraño que llore o se queje al pasearlo en el capazo o al quedarse solo en la cuna.
Y además si pensamos en nuestros brazos y espalda un portabebé nos ayudará a fortalecer nuestra espalda a medida que crece el bebé (y podremos portearle muchos años) a la vez que satisfacemos la demanda de contacto y atención de nuestro bebé. Además de beneficiarnos de todos los beneficios tanto para el bebé como para los papás.
Por tanto podemos decir que un bebé nace acostumbrado a ir en portabebé.
Es probable que a un bebé de varios meses le resulte extraño la sensación la primera vez, pero nunca es tarde para portear, 6 meses, 1 año, 2… ¡a los bebés les encanta ir en brazos!
Mi bebé llora en el fular, ¿qué puedo hacer?
En primer lugar mantener la calma, no frustrarse y probar en otro momento. Estos 5 consejos te ayudarán:
1. Información + muñeco
Infórmate del correcto uso del portabebé o del nudo que vas a realizar con el fular. Después prueba con un muñeco hasta que te sientas segura.
2. Busca el momento apropiado
Asegúrate de que todas sus necesidades están cubiertas (hambre, sueño, pañal…) y que tu estás tranquila. Si estás nerviosa o inquieta el bebé lo notará y se contagiará! Un buen momento es después de una toma, al despertarse de la siesta (si tiene buen despertar) o después de un baño.
3. Saltitos, balanceo, besos, palabras…
Si se queja mientras lo colocas balancéate, da saltitos, muévete, cántale, háblale con cariño explicándole lo que vas haciendo…
Así sabrá que es algo bueno y que vais a disfrutar de ello.
4. Sal a la calle!
Una vez comprobado que el bebé está bien colocado si ves que sigue quejándose, sal a la calle a dar una paseo! O haz las tareas cotidianas porteándole! Estoy segura de que con el movimiento se quedará dormido!
5. Bebés de alta demanda o que quieren ir hacia delante
Quizá tu bebé manifieste el deseo de ir cara al mundo, pero sabes que no es una posición ergonómica porque la espalda se le arquea hacia atrás y recibe sobreestimulación exterior.
También es posible que tu bebé se queja porque no soporta estar envuelto en el fular hasta el cuello o quiere ir con los brazos hacia a fuera y mirando al exterior.
Para estos dos casos el portabebé adecuado es uno que permita colocar al bebé a la cadera de manera que va mirando el mundo pero con su cuerpo hacia ti en todo momento.
La mejor opción sería una bandolera, mei tai, un fular (elástico o tejido) anudado a la cadera o mochila ergonómica a la cadera (no con todas se puede)
Mi experiencia
Tardé mes y medio en entender porqué mi hija lloraba en el capazo.
Terminábamos el paseo con ella en brazos y llevando el carro con una mano. Cuando iba sola con el perro tenía que parar en un banco a calmarla ¡porque ya no me quedaban manos!
El porteo cambió nuestra vida y conseguimos disfrutar de paseos tranquilos y sin pararnos por si tiene hambre porque se sirve ella sola 😉
El porteo pasó de ser un deseo a convertirse en una necesidad. No sé si será de alta demanda porque no llora casi nunca pero sí nos demanda atención 24h al día y en eso el porteo nos ha ayudado mucho: para dormirla, hacer las cosas de casa…
Y vosotros, ¿cuándo empezasteis a portear? ¿en qué os ha ayudado? ¿tuvisteis dificultades al principio?
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