Tu papá dice que la mayoría de las mamás llevamos mal los cambios de nuestros hijos… y aunque le diga que no, dice que me conoce muy bien y sé que en parte tiene razón.
Ayer fue el primer día que te llevamos con la silla de paseo mirando hacia fuera y tuve una sensación rara, como un nudo en el estómago, porque no podía verte la cara mientras te paseaba pero a ti te daba igual e ibas tan feliz mirándolo todo.
Tu papá enseguida se dio cuenta y cuando le dije que quería llevar el perro me dijo que no, que lo quería llevar para ir a tu par y poder verte (qué listo que es! me había pillado!)
Y entonces tuve que admitir que tenía razón.
Durante 9 meses no nos hemos separado ni un minuto, siempre te he llevado en brazos, en portabebé…
Hasta hace poquito llorabas si te cogían y querías volver a mis brazos. Ahora eres más sociable y estás tranquila con la gente, mientras nos tengas visibles a papá y mamá, pero ya no lloras incluso te ríes y te lo pasas muy bien.
Ya juegas sola y te desplazas por el suelo… de vez en cuando me dices “eehh” para que te mire, sonríes y sigues jugando.
Pero aunque sigues pidiéndonos muchos brazos, dormir con nosotros, teta mientras duermes… con tus pequeños cambios va saliendo esa personita que llevas dentro, independiente de mi y de tu papá, y es emocionante y la vez que un poco triste, pues ya no eres ese bebé que nos necesitaba tanto.
Casi podemos ir dando por finalizada tu exogestación (la gestación exterior que empieza tras el parto) y por comenzada nuestra separación… que finalizará a tus 2 o 3 años, que será gradual y muy importante, pues de ella dependerá tu forma de ser y de relacionarte con el medio que te rodea.
Así que sí, desde aquí le doy la razón a tu papá y las gracias por comprenderme tan bien a mi y a mis hormonas jejeje.
¿Habéis sentido lo mismo al ver que van creciendo y dependiendo menos de nosotras?